Andrea Zorrilla 1ºF.B.
Él no estaba a mi lado. No sabría deciros con exactitud en
que momento ocurrió esto, pero él ya no estaba a mi lado.
Él era testigo del cansancio que yo padecía, de los
pensamientos que recorrían mi mente. Él conocía mis sentimientos y todo lo que
rodea mi vida y sin embargo abandonó nuestro refugio y en consecuencia a mi.
Ese “adiós” que nunca pronunció, llenó mi vida de lágrimas y
vacío. Dolor asfixiante en el interior de mi pecho que me consumía.
Me sentía débil, nunca regresarías y por lo tanto yo
tampoco. Te llevaste mi paz y desde entonces me encuentro en guerra.